FAQ

Los síntomas suelen comenzar pocas horas después del último cigarrillo y alcanzan su punto máximo en los primeros 2-3 días. En general, desaparecen en unas 2 a 4 semanas. La intensidad varía según la persona.

Algunas estrategias útiles incluyen: hacer ejercicio, beber agua, masticar chicle sin azúcar, practicar respiración profunda o distracción con una actividad placentera. También existen tratamientos que ayudan a controlar esta ansiedad.

Ambas opciones son válidas, pero los estudios muestran que dejar de golpe (con preparación) suele ser más efectivo si se acompaña con apoyo profesional o tratamiento.

En 20 minutos, tu presión arterial y ritmo cardíaco comienzan a mejorar. A los pocos días, mejora la función pulmonar. En 1 año, el riesgo de enfermedad cardíaca se reduce a la mitad. En 10 años, el riesgo de cáncer de pulmón se aproxima al de un no fumador.

Es común subir 2 a 5 kilos al dejar de fumar, pero se puede controlar con alimentación saludable y ejercicio. No todos aumentan de peso, y los beneficios de dejar de fumar superan ampliamente este posible efecto.

Sí. Hay medicamentos aprobados como la vareniclina, el bupropión y terapias de reemplazo de nicotina (parches, chicles, etc.) que reducen los síntomas de abstinencia y las ganas de fumar.

Depende de tus hábitos y preferencias. Los parches ofrecen una dosis constante, mientras que chicles o pastillas se usan en momentos puntuales de ansiedad. A veces se combinan ambos tipos para mayor efectividad.

Aún se investiga su efectividad y seguridad a largo plazo. Algunos fumadores han dejado de fumar con su ayuda, pero no están libres de riesgos. Lo ideal es dejar la nicotina por completo con ayuda profesional.